Una de las formas de comprobar que la robótica es actualmente una de las líneas de investigación tecnológica más notorias que hay, es la existencia constante de noticias semanales que nos muestran un nuevo desarrollo en este sector.

Actualmente contamos con robots que limpian nuestros suelos, hoteles en los cuales el servicio de atención al público está formado por robots y tiendas de víveres que se rigen por robots. Pero lo más impactante ha aparecido esta semana en los Países Bajos.

El Tilburg Center for Cognition and Communication (TICC), de la Universidad holandesa de Tilburg ha creado un robot que enseña inglés y holandés a niños de menos de tres años. 

De momento el prototipo se encuentra en fase de pruebas y han sido cinco niños y niñas de diferentes familias los que  someterán al robot a los tests necesarios para saber su nivel de rendimiento y evolución.

Cómo siempre cuando aparece una tecnología tan descriptiva como la que analizamos, surgen voces discordantes que no acaban de ver que beneficio tiene para los humanos esta tecnología.

En este caso podemos dar la razón a los que critican los robots. 

La educación es aquello que diferencia a los seres humanos de los animales y los niños y niñas, además de aprender lenguas, tienen que saber que la educación son aquellos conocimientos que como especie se transmiten de una generación a otra. Es uno de los elementos fundamentales de nuestra especie y querer acabar con ello, es un grave error.