A veces lo más obvio no lo es. Parecería que nadie quiere
ser espiado por su gobierno pero cuando salen a pasear las estadísticas las
cosas no están tan claras.
Según un reciente estudio realizado por Unisys Security
Insights el 42% por ciento de los españoles estarían dispuestos a que sus
conversaciones en linea fueran monitorizadas siempre que gracias a esto se
incrementará la seguridad nacional. Además el 65 por ciento de ellos estaría de
acuerdo que su entidad bancaria compartiera sus datos bajo el mismo precepto
anterior.
Por si esto fuera poco, el 58 por ciento de la población
está a favor que la policía aumente su presencia en espacios públicos mediante videocámaras
de vigilancia y drones. Finalmente el 55 por ciento de los ciudadanos españoles
también estaría a favor que los controles biométricos como por ejemplo el
control de iris o el reconocimiento facial, se aplicarán en lugares aduaneros.
Estos números han sufrido un aumento desde el pasado año
como consecuencia, con toda seguridad de los atentados en París a principios de
año.
Sin duda no deja de ser curioso que bajo el manto de la
seguridad y la amenaza, los gobiernos de muchos países intenten vender la
seguridad masiva. No tenemos que mezclar lo que es control policial con lo que
es totalitarismo cibernético