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RollJam el dispositivo que abre puertas de coches y garajes
Samy Kamkar investigador, empresario y hacker americano,
nacido en 1985 en Pittsburgh, Pensilvania, ha inventado un dispositivo que abre
puertas de garajes y coches y cuesta 32 dólares.
El invento se presentó en Def Con 23, la última conferencia
'hacker' y tecnología en Las Vegas.
El dispositivo se llama RollJam. Se trata de un dispositivo
de bolsillo, más pequeño que la mayoría de smartphones y lo que hace, sencillamente,
es interceptar y grabar la clave del mando o la llave a distancia y así poder
reutilizarla a partir de ese instante.
Esta práctica de grabación de claves es muy conocida y normalmente
utilizada desde hace bastante tiempo por los ladrones más audaces.
Los fabricantes de automóviles conocen esta práctica y han
tratado de salvar esta insuficiencia haciendo que los mandos a distancia utilicen
un código diferente en cada ocasión, pero el dispositivo RollJam sabe cómo soslayar
este obstáculo. La primera vez que se pulsa el botón, bloquea la señal y graba
la clave. Cuando el usuario lo pretende de nuevo, repite el proceso anterior
(bloqueo y grabación) y emite al auto el primer código. De esta manera puede guardar
en su memoria la segunda contraseña, válida y dispuesta a ser utilizada.
De este modo, los más modernos automóviles y los garajes con
las puertas más seguras se vuelven totalmente vulnerables. En malas manos, el invento de Samy Kamkar permitiría a cualquiera con malas intenciones
entrar en un auto o un recinto cerrado y cometer un robo. Y es que el RollJam no
solamente controla las puertas, sino que también puede desactivar alarmas y
sistemas de seguridad. Sólo es necesario dejarlo funcionando cerca del objetivo
y esperar a que alguna persona use su llave electrónica.
Cadillac, Chrysler, Ford, Nissan, Volkswagen Toyota, Lotus..,
multitud de modelos que se han puesto a prueba han sucumbido ante el invento de
Samy Kamkar. Los fabricantes de automóviles ya se han puesto manos a la obra y
están buscando la forma de neutralizar el riesgo que supone que un dispositivo
tan discreto y al alcance de cualquiera, pueda destrozar las barreras de
seguridad en la que tanto dinero han invertido.