Greg Gage y Tim Marzullo, dos ingenieros de la universidad de Michigan, han desarrollado una aplicación para móvil de un robot de cucaracha al que han llamado RoboRoach. Esta aplicación consiste en una mochila adosada a la cucaracha que, mediante unos impulsos eléctricos, se comunica con el “cerebro” del insecto y hace que ésta obedezca las ordenes que le mandamos desde la aplicación.

El invento tiene como finalidad, según sus creadores, aprender el comportamiento del cerebro y ver como responde a los estímulos sensoriales.  Par ello es necesario someter a la cucaracha a una anestesia previa que consiste en sumergirla en agua helada y una vez anestesiada colocarle unos cables en las antenas y la mochila correspondiente. Esta mochila recibirá las ordenes que se le envíen desde la apps.

El proyecto, que sale a la luz ahora en noviembre, ha sido financiado con éxito a través del portal KickStarter, dedicado a buscar financiación para desarrollar proyectos creativos de nuevos talentos, que recaudó para el proyecto mas de 12.000 dólares de los 10.000 solicitados por los inventores.

El kit completo, que se envía por correo urgente, consiste en una docena de cucarachas y la aplicación propiamente dicha, con las instrucciones correspondientes. El precio definitivo está por determinar si bien se baraja la cantidad de 99 dólares.

A pesar de las manifestaciones de los inventores de que el “bicho” no sufre ningún daño, no han podido evitar las denuncias de muchas sociedades de protección de los animales que han exigido su inmediata retirada del mercado del RoboRoach.

La cucaracha robótica de Greg Gage y Tim Marzullo